Ningún perrito debería pasar sus días encerrado entre las paredes frías de un refugio. Todos merecen experimentar la alegría de correr libres, de recibir caricias sinceras y de pertenecer a una familia que los ame sin condiciones.
Lamentablemente, para Deuce, un perrito de tan solo año y medio, el refugio fue lo único que conoció como hogar durante demasiado tiempo. Fue abandonado por su dueño, pero recibió amor y cuidados en el Humane Society of the Treasure Coast (HSTC), en Palm City, Florida.
Aunque el personal y los voluntarios hicieron todo lo posible por brindarle comodidad, Deuce solo soñaba con algo: un hogar definitivo donde por fin pudiera sentirse amado para siempre.
La Decepción de Deuce
Fuente: Kathy Benkovich
En noviembre de 2024, dos meses después de haber llegado al refugio, recibió la noticia que tanto esperaba: ¡había sido adoptado!
Deuce se despidió con emoción de sus cuidadores y amigos, listo para empezar una nueva vida llena de esperanza.
Fuente: Kathy Benkovich
Sin embargo, la felicidad no duró mucho. Solo un mes después, fue devuelto al refugio. Su nuevo dueño, lamentablemente, empezó a sufrir problemas de salud y no pudo seguir cuidando de él.
A pesar del dolor de regresar, Deuce no perdió su espíritu alegre. Saludó a sus viejos amigos saltando sobre los escritorios, buscando consuelo. Pero cuando volvió a entrar a su jaula, comprendió que había sido rechazado otra vez.
Fuente: Humane Society of the Treasure Coast
Desde entonces, pasa sus días esperando pacientemente en su jaula. Cada vez que alguien se acerca, pone su patita en la reja, rogando con la mirada que alguien lo elija.
"Deuce casi siempre tiene las patas en la jaula. Siempre sigue a las personas con la mirada, ansioso por recibir un poco de atención", comentó Sarah Fisher, gerente de comunicaciones de HSTC, a The Dodo.
Pidiendo Una Oportunidad Para Ser Feliz
Fuente: Humane Society of the Treasure Coast
Cada vez que ve pasar a una familia que no se detiene, su esperanza se apaga un poco más.
Aunque es tranquilo y dulce en su jaula, Deuce se transforma cuando lo sacan a pasear. Se llena de energía, corre feliz y juega con entusiasmo.
Desafortunadamente, muchos visitantes no están dispuestos a dedicarle el tiempo necesario para entrenarlo. Y por eso, lo siguen dejando pasar.
Pero en el refugio no se rinden. Lo sacan a pasear varias veces al día, lo incluyen en entrenamientos de agilidad y lo dejan jugar sin correa en el patio. Allí, Deuce demuestra todo el amor que está dispuesto a entregar.
Fuente: Sarah Fisher
Tiene un corazón enorme y solo necesita a alguien que lo ame como se merece.
"Nuestro entrenador principal, Heidi Fischer, afirma que lo ideal para él sería un hogar con ejercicio diario y entrenamiento con correa. Tiene gran disposición para aprender con premios y es muy entrenable. Nuestro equipo lo entrena todos los días, y ha progresado muchísimo", agregó Fisher.
Deuce solo quiere una segunda (o tercera) oportunidad. Está listo para ser el mejor amigo de alguien que le ofrezca tiempo, paciencia y amor. Y a cambio, promete lealtad, alegría y compañía incondicional.
¿Te llegó al corazón la historia de Deuce? ¡Compártela con tus amigos y ayúdanos a encontrarle el hogar que tanto merece!
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